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lunes, 5 de mayo de 2025

Don Remigio López y Téllez de Cepeda

Versión extendida del artículo publicado en el libro de Fiestas de Santa Eugenia (Huecas, 2016).

 

¡75 años después de su muerte, sin descendencia directa, ni le faltan flores ni misas! ¡Y se le tiene por santo!

Retrato de Don Remigio.



(Huecas, 1 de octubre de 1857 – Huecas, 14 de octubre de 1941).

 

Hijo de Nicanor, uno de los mayores propietarios de Huecas, y de Josefa María Téllez de Cepeda, natural de Villamiel. Dicho matrimonio tuvo 5 hijos, sólo Remigio llegó a la vida adulta. Remigio era primo-hermano (por los Téllez de Cepeda) de Gregorio, Luisa (madre de doña Dolores) y Modesta Josefa (“la Señorita”, mujer de José Antonio Téllez de Cepeda). Asimismo, primo-hermano (por los López) de Florencio, Juana (“La Periquina”) y Eufrasia (vecina de Gerindote, esposa de Eduardo Díaz-Prieto Rodríguez). Prácticamente, estas siete personas emparentadas eran los dueños y señores del pueblo[1].

 

 

En la década de los 70 estudió Bachiller en el Instituto de Toledo y Derecho en Madrid[2].

 

En 1911 realiza una peregrinación a Tierra Santa, antes de partir visitó Madrid y entregó 9.500 pesetas para la “Buena Prensa” con la intención de fortalecer la prensa católica. En agradecimiento el número semanal de “El Iris de Paz” y “El legionario” publicaron su retrato en un artículo titulado “La Grande Obra[3], del que se hicieron eco otras publicaciones como “Guadalupe”[4]. En 1925 realizará otra peregrinación a Tierra Santa y también a Roma, anunciándose tal suceso en el periódico católico “El Castellano”[5].

 

Remigio que vivía en una gran vivienda de la Plazuela de la Concepción es querido por nuestros mayores, recordándole por su fe católica y generosidad. Relatan una especial atención a pobres y enfermos, insistiendo que en su visita a los enfermos siempre dejaba algo de dinero y alimento junto al aquejado. También por haber donado los solares para la construcción de las escuelas y del cementerio. Es cierto, pero no fue en exclusiva. En lo que respecta a las escuelas, “El Castellano” en modo de crítica en enero de 1929 expresa que las escuelas se construyeron en “terreno propiedad exclusiva del alcalde José Antonio Téllez y de su esposa doña Josefa López y Téllez, quienes lo han cedido gratuitamente; ahora bien, don Remigio ha ofrecido a la vez, también gratuitamente, junto a las escuelas ya construidas un terreno para establecer un recreo o parque escolar” [6]. Corroborándolo el Libro de Inventarios del Ayuntamiento y Notas Simples del Registro de la Propiedad[7]. En cuanto al cementerio, la necrología de Gregorio López Téllez de Cepeda publicada en “El Castellano” en 1934, sorprendentemente, tan solo menciona en la construcción del nuevo cementerio a Gregorio, siendo además “el suyo el primer cadáver de adulto que allí reposara, a pesar de ser sabido y divulgada la participación de Remigio[8].

 

Muy estrecha fue su labor de caridad con la Iglesia. Finalizando el siglo XIX y comienzos del XX en diferentes donaciones a la Parroquia de Huecas aporta las imágenes de talla del Sagrado Corazón de Jesús y de María, y sus credencias, ciriales y bandejas de plata, vinajeras y palmatoria, candelabros, campanillas y arandelas[9]. En el año 1929 solicita al Arzobispado de Toledo crear una renta anual de 250 pesetas para premiar a los niños de catequesis por su aprovechamiento y constancia. Y además, que se le conceda la renta no invertida en el pasado curso de la beca de la Sagrada Familia, fundada el 12 de diciembre de 1927. Dicha petición fue concedida[10].

 

Durante la Guerra Civil, a pesar de ser uno de los mayores propietarios y haber sido concejal[11], fue respetado y protegido por considerársele un hombre bueno y caritativo[12]. No obstante, como todos sufrió sus consecuencias. En febrero de 1938 expone y solicita al obispo Gomá una cantidad de dinero a cuenta de los valores depositados por dos fundaciones de becas por estar sin una peseta y tenerlos depositados en Madrid[13]. Por otra parte, salvó de la destrucción el lienzo de Nuestra Señora de la Concepción al estar guardado en su casa[14].

 

El 14 de octubre de 1941 falleció a los 84 años de edad, soltero, y sin descendencia ni sobrinos. Sus propiedades las heredaron sus familiares más próximos. Por  propia voluntad fue amortajado con hábito y sandalias de san Francisco[15] y enterrado fuera del panteón familiar de los López y Téllez de Cepeda, en tierra, junto a los hijos de Huecas. Dicho apenado episodio para los más necesitados lo contrarrestó con su testamento, siendo las gracias más ensalzadas y resonadas, la “paguita” para todos los que nacieron en ese año y la beca a seminaristas pobres[16]. Su testamento[17] es un verdadero acto de caridad y de fervor por la vida católica, dice:

 

Segundo. Declara que siendo soltero, sin descendientes, y habiendo fallecido sus padres y ascendientes, carece de herederos forzosos.

Tercero. Manifiesta que profesa la Religión Católica, Apostólica, Romana, en cuya fe vive y desea morir, y ordena que su entierro y funeral sean de tercera clase y que se digan cincuenta misas rezadas en beneficio de su alma, otras cincuenta misas rezadas en beneficio del alma de su padre y otras cincuenta misas rezadas en beneficio del alma de su madre por el estipendio de 3 pesetas cada una o por el que estuviese establecido a su fallecimiento en esta Diócesis.

Cuarto. Declara que el solar que donó al Estado para la construcción del Grupo Escolar de Huecas, lo adquirió por permuta con otro de su propiedad que transmitió sin formalizar la correspondiente escritura a su actual dueño Don Modesto Díaz Lorente, a quien reconoce como dueño de la finca que dio en permuta.

Quinto. Lega a Máxima Ruiz Sánchez, la cantidad de mil quinientas pesetas.

Sexto. Lega a la Iglesia Parroquial de Huecas, la cantidad de mil quinientas pesetas.

Séptimo. Lega al Convento del Espíritu Santo de Fuensalida, de Monjas Franciscanas, la cantidad de mil quinientas pesetas.

Octavo. Lega al Convento de Padres Carmelitas Descalzos de Toledo, la cantidad de mil quinientas pesetas.

Noveno. Lega mil quinientas pesetas, a las madres pobres de Huecas, esposas de trabajadores del campo que tengan hijos legítimos lactantes cuando ocurra la defunción del testador…

Décimo. Lega mil quinientas pesetas a las hermanitas de los pobres de Toledo…

Undécimo. … lega en usufructo vitalicio a su sirvienta Cesárea Machuca… así como que facilite a Cesárea habitación gratuita mientras viva.

Decimotercero. Lega todas las ropas que se encuentren su domicilio a las familias más necesitadas de Huecas, haciendo el reparto de ellas las albaceas en la forma que considera más equitativa.

Décimo cuarto. Lega al Seminario Conciliar Central de Toledo las cuarenta y cinco mil pesetas nominales en títulos de la Deuda perpetua interior al cuatro por ciento que le pertenecen para que se destinen a dos becas a favor de dos seminaristas pobres estudiosos y virtuosos cuyas becas se denominarán una de Santa Teresa y otra de Santa Eugenia de Alejandría, mártir, haciendo este legado en sufragio de las almas de sus padres y de la suya.

Décimo sexto. En el remanente de todos sus bienes, derechos y acciones instituye herederos por terceras partes a las entidades Pontificias de Propagación de la fe Católica en países de infieles y de San Pedro mártir, fundada ésta para la creación de Seminarios y Clero indígena en países de infieles y al periódico Católico de mayor circulación de Madrid para su mejora…

Décimo séptimo. Ordena el testador ampliando lo dispuesto en la clausula tercera que se digan a más de las misas a que se refiere dicha clausula, una al Santo del Día en que ocurra su defunción, otra al Santo de su nombre y otra al Santo Ángel de su guarda, con el estipendio señalado, y además que a su cadáver se le dé sepultura en el mismo sepulcro donde yacen los restos de sus padres y no en otro, y que durante su entierro no se digan más responsos que los que son de costumbre en entierros de tercera clase.

 

Sin más que poder aportar, sirva esta exposición como homenaje a un buen hombre que ayudó a sus vecinos, a nuestro pueblo. Y que estando en deuda con él, no es suficiente con su memoria, por lo que traslado al Ayuntamiento, la demanda que escucho a nuestros de mayores, de dar al colegio su nombre porque le corresponde y es de justicia. O al menos, dedicar la plaza de su domicilio a su persona.


Cédula personal de Don Remigio en 1938. Cortesía de Pilar Saro y Javier Sánchez de Rivera.


Casa de Don Remigio antes de 1995. Cortesía de Mercedes García Félix.


Lápida de Don Remigio en 2016. Roberto Félix García.




[1] Archivo Parroquial Huecas. Libros Sacramentales.

[2] Archivo Histórico Nacional. UNIVERSIDADES,7267,Exp.8 y UNIVERSIDADES,4346,Exp.10. Testimonios orales le atribuyen haber iniciado estudios eclesiásticos.

[3]Iris de Paz”. Año 1911. Página 388. “La Grande Obra”. Documento proporcionado por Daniel Sánchez Madera (Misioneros Claretianos, Madrid).

[4]Guadalupe”. Número 106 de 30/05/1911. Página 309. “La Grande Obra”.

[5]El Castellano”. 06/11/1925.

[6]El Castellano”. 09/01/1929.

[7] Archivo Ayuntamiento Huecas. “Libro de Inventarios” (que comienza en 1934). El inventario de 1934 no recoge ni el cementerio ni las escuelas, la primera mención se realiza en la revisión de altas de 1953. Ya el inventario de 1957 recoge como fincas urbanas el edificio destinado a Grupo Escolar de 160 m2 y el cementerio de 250 m2 y como rústica un solar de 25 a en las Vistillas donado por Remigio López. El inventario de 1969 indica que el edificio del Grupo Escolar lo “posee el Ayuntamiento en pleno dominio desde 1924, fecha que se construyó”, lo mismo para el cementerio añadiendo “en solar cedido gratuitamente por D. Remigio López” y para el solar del colegio “fue donada al municipio por D. Remigio López”. Por su parte, las Notas Simples del Registro de la Propiedad, dan cuenta de la inscripción tardía de estas fincas en 1972, indicando que el cementerio se adquirió por cesión gratuita de Don Remigio “habiéndose construido en 1924” y el patio de la escuela por otra cesión de Remigio. Como conclusión de ello, podemos dar por bueno que el solar del cementerio y del patio de recreo de las escuelas fue donado por Remigio y el solar para el edificio de las escuelas por doña Josefa, siendo incorrecto el año 1924 de construcción de ambas edificaciones.

[8]El Castellano”. 28/11/1934.

[9] Archivo Parroquial Huecas. Libro de Inventarios 01. Inventario de 1846, 1911 y 1928.

[10] Archivo Diocesano Toledo. Caja Huecas. Expediente 34/06.

[11] Archivo Ayuntamiento Huecas. Concejal a 11 de enero de 1931.

[12] Testimonios orales.

[13] Gallego-Gallego, Andrés y Pazos, Antón M. “Archivo Gomá. Documentos de la Guerra Civil”. Volumen 9. Enero-Marzo de 1938. 2006. Página 326.

[14] Sánchez Ramos, Julio. “Huecas. Arqueología, Historia y Arte”. 1998. Página 252.

[15] Testimonio oral de Josefina Sánchez Villamanta cuya madre Francisca Villamanta colaboró en el amortajamiento que realizó Máxima Ruiz (madre de Justino).

[16] Publicada la beca vacante en la página 307 del Boletín Eclesiástico del Arzobispado de Toledo del año 1942 con el texto “B   ECA, que se puede dividir, de D. Remigio López Téllez de Cepeda para seminaristas pobres”.

[17] Testamento facilitado por Pilar Saro y Javier Sánchez de Rivera. Fecha de 29/11/1940 ante el notario de Torrijos.


Nota:

 

- Por favor, si copias, no me importa pero cita el blog https://laplaniza.blogspot.com 

www.robertofelixgarcia.es

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