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martes, 6 de mayo de 2025

Cuevas y fuentes de agua

Versión extendida del artículo publicado en el libro de Fiestas de Santa Eugenia (Huecas, 2014).


 

Actualmente, en nuestra localidad no existen cuevas para la conservación de alimentos, había una bodega con cueva en la calle Vistillas que ya fue cegada, pero sí existen cuevas relacionadas con viajes de aguas y otras “leyendas”.

 

  • Conductos subterráneos: “La Mina”.

 

Desde muy antiguo se ha relacionado la toponimia de nuestro municipio con la existencia de cuevas.

 

Quieren decir algunos que se llama Huecas porque en el mismo pueblo hay algunas a manera de cuevas huecas. (Relaciones de Felipe II, 1576)[1].

 

La tradición oral no ha conseguido desvirtuar este mensaje. No hay huecano que no lo tenga grabado en su mente y anhele descubrir las cuevas.

 

Gracias al espíritu aventurero de Eliseo Herrera, que lideró a un grupo de valientes hombres, se consiguió desescombrar el pozo de la Mina y descubrir su cueva en el año 1996, incluso superando las dificultades que conllevó toparse con una bomba de aviación de la Guerra Civil. Además de la bomba, entre los muchos restos de desperdicios, se desenterraron: un fragmento del sepulcro destruido durante la citada guerra, una pistola y un sable de caballería o cuchillo que requisó la Guardia Civil de Torrijos, y que hoy se encuentra desaparecido.

 

Cuatro años antes, al iniciarse la construcción del nuevo Ayuntamiento, esa inquietud no se manifestó al hallarse otra cueva en el subsuelo de la plaza y se perdió la cueva y la oportunidad de ser investigada. La carencia de cultura y el miedo a la paralización de la obra, por los miembros del Ayuntamiento, precipitó su destrucción y tapado.

 

Una década después, con la ejecución del sótano-garaje de las nuevas viviendas en la casa del párroco de la localidad, se esperaba la aparición de la prolongación de la indicada cueva de la plaza, pero se desconoce el resultado.

 

Quizá nuestros ancestros vivían en ellas, mas nosotros, aparte de bajar a la Mina, nos hemos tenido que conformar con los siguientes testimonios orales[2] aquí recopilados:

 

“La tía Luisa arrojó su gato a la Mina por haberse comido el plato de comida del día de Santa Eugenia. El gato vivió unos dos años allí encerrado con las sobras que le echaban”.

“El tío Cano (Manuel del Viso), al limpiar el pozo de la taberna de la tía Jacoba se introdujo por un pasadizo que iba a la plaza y acababa en una fuente. De este pozo sacó una pistola y otros trastos”.

“En el pozo de la taberna de la tía Jacoba cayó un pelota que apareció en el pozo de sangre que hay detrás de las Casas Nuevas”.

“Un buey se hundió en un agujero que se abrió en la calle de las Casas Nuevas, este agujero daba con una mina de captación de agua del pozo”.

“En los cerros de la tía Gila y del Matadero había unas pequeñas cuevas que el tío Tejero excavó como refugios ante bombardeos durante la Guerra Civil”.

“En la casa que era del tío Benjamín Lorente hay una cueva a la que se entra por una tinaja”.

“Unos años antes del 2000, en la casa que fue de Anastasio y Dorotea apareció una cueva de fábrica en la ya conocida como habitación de la cueva. Cruzaba por debajo de la calle Vistillas, el acceso fue tapado sin descubrirlo”. “Ya hacía varios años antes en la misma calle se abrió un hueco que tuvo que ser rellenado con piedra de las canteras”. “Ahora, en la puerta del garaje se puede apreciar una hondonada” (esta cueva podría ser de una antigua bodega).

“Una cueva apareció en un movimiento de tierras durante la construcción del taller de Rodolfo a la que solo Gregorio se atrevió a entrar un poco. Esta cueva iba en línea recta y más o menos bajo la calle de la Sierra”.

“Cuando Daniel cavó junto a su puerta en el Cerro para plantar uno de los pinos salió un pozo-cueva que se dirigía hacia el callejón de la tía María. En ese callejón al tío Eloy se le hundió un volquete”.

“En la, en un pozo dentro de la casa de Arsenia hay un pozo que tiene galerías”.

“Debajo de la iglesia hay otra iglesia con sus arcos y salas, y cuevas que en tiempos de los moros conectaban con Barcience”.

“La Gitanilla de la Iglesia no tiene muro en el fondo, es una falsa pared. La bóveda continúa tapada por roca echada”.

“La cueva de la plaza del Ayuntamiento se encauzaba hacia la plaza de la iglesia. Encaminada más o menos por la calle Iglesia. Allí, al tío Eugenio le costó mucho encontrar firme para los cimientos”.

“La Mina conecta con el castillo de Barcience y la plaza”.

 “Gregorio, el marido de Zoila, durante la Guerra Civil se tuvo que esconder en la Boca de la Zorra para no ser atrapado por un grupo jornaleros de Rielves que lo avistaron. Para provocar su salida introdujeron humo pero Gregorio escapó por la boca de la Pernalosa”.

“La Boca de la Zorra tenía estalactitas y estalagmitas”.

“En el camino de Toledo, a la altura del Calerín, en el tramo que ahora han anulado, debe pasar una cueva por debajo porque sonaba a hueco cuando pasaban los carros”.

“Los facciosos se escondían en una cueva de Las Mesas después de dar un golpe”. “Se cree que está tapada por una gran piedra que hace muchos años quisieron sacar con un tractor”.

 

O bien, leer las palabras de Moreno Nieto[3]:

 

“Existen vestigios de haber existido un castillo árabe en el cerro o montículo en que actualmente se encuentra enclavada la iglesia parroquial. En las inmediaciones existe una “mina” o pasadizo que llevaba a una fuente que actualmente existe, a la que hay que bajar por unos escalones de piedra”.

 

Tantas manifestaciones nos han infundido la idea de la existencia de un subsuelo, horadado por nuestros ancestros, por el que las aguas y personas podían transitar de pozo en pozo por galerías: un vínculo entre fuentes y cuevas.

 

  • Conductos subterráneos: “La cueva de los facciosos” y “La boca de la Zorra”.

 

Ambas muy citadas por nuestros mayores. “La cueva de los facciosos” es un refugio de carlistas aún sin descubrir en el Valle de las Higueras. Y “La boca de la Zorra” es una cueva natural localizada en las Canteras donde los zorros tenían tendencia a cobijarse. Esta última cueva fue explorada en la década de los 80 por muchos de los mismos inquietos hombres de 1996, y hoy está enterrada al convertirse el paraje en una escombrera.

 

  • La fuente “el Pilar”.

 

La mayoría de nuestras fuentes son árabes: sin duda lo son El Pilar, El Caño y la de Marjalea por el conocimiento y el material empleado en su construcción. Los pozos, muy abundantes, si bien podrían tener un origen árabe, parecen ser medievales y/o modernos. Las fuentes árabes recogen una anécdota en relación con una fuente cercana al castillo de Huecas. Dice Chavarría Vargas[4] que “sus habitantes lograron acabar con la presencia de sanguijuelas en esta fuente arrojando a ella una sanguijuela de cobre que habían encontrado casualmente en la tierra extraída del fondo”.

 

El Pilar y el Caño son el resultado de una técnica de construcción para la captación y conducción de agua subterránea para el consumo humano o de ganado.

 

La fuente del Pilar es la bocamina (salida) de la galería de conducción y drenante (cueva horizontal) de agua subterránea que conecta con la Mina, que es el pozo-madre (perforación vertical) que actúa de aljibe al superar el nivel freático.

 

El pozo-madre está situado en el cerro de la iglesia, al pie de la torre. Posee una profundidad aproximada de 7 m, con brocal en su parte superior. La bocamina es la fuente propiamente dicha. Se localiza al pie del cerro, en el camino y muy próximo al arroyo. Consiste en un depósito regulador de caudal que, por vasos comunicantes, eleva el agua hasta la tubería que vierte el agua en una alberca. La galería drenante conecta el pozo-madre con la bocamina. Está excavada en el terreno, dibujando un arco apuntado sin apoyos de fábrica pero sí con un piso de piedra, sus dimensiones son de 0,8 m de ancho, 1,8 m de alto y 65 m de longitud divididos en tres tramos. En sus paredes se pueden encontrar los huecos para colocar luminarias. Este pasadizo está derrumbado bajo la Calle Paz (posiblemente como consecuencia de las obras de la calle y del Salón Cultural) y en su sección final el agua corre por una tubería cerámica y vidriada.

 

Las Descripciones al Cardenal Lorenzana en 1782 refieren de esta fuente[5]:

 

Las Armas que se ven gravadas en una Piedra en Pilar donde veven los ganados, situada encima del Caño son dos galgos, corriendo acia Oriente.

 

Ay al bajar de la Yglesia y fuera de esta villa, y hacia poniente un caño de Agua con su pilar bastante abundante y su agua aunque dulze mui gorda y pesada la que sirve para que beva todo el ganado de este lugar.

 

A principios del siglo XX, el boletín del Mapa Geológico de España decía[6]:

 

Al NE. de la misma iglesia y a 65 metros está situada la fuente del Pilar, con un caño y un pilón de 7,30 metros de longitud, 1,70 de ancho y 0,40 de profundidad, en donde se almacena el sobrante del líquido para que sirva de abrevadero al ganado. El agua viene encañada desde las tapias de la iglesia, y tiene un pozo-registro al extremo de la cañería. No dando mayor rendimiento que el de 6,50 litros por minuto, con 52º hidrotimétricos.

 

En torno a 1960, se construyó otro pilón más y en el año 2012 la fuente del Pilar ha sido reformada para el disfrute de los vecinos. No obstante, el poco o nulo caudal condena tal obra. Durante dicha obra pudo comprobarse que la tubería cerámica daba alcance a la calle Paz, su orientación coincidía con la galería de la Mina y se podía introducir en ella hasta 16 m de tubo-guía de desatranco. 

 

Actualmente, la galería está anegada de agua con el riesgo de hundimiento al no evacuarse el agua, de lo que parece un taponamiento de la tubería a la altura del derrumbe. Por otra parte, el pozo madre está siendo otra vez rellenado con restos de broza. En resumen, su estado es crítico.

 

Las personas mayores han utilizado esta agua como remedio a enfermedades en ojos.

 

La galería de la Mina no conecta con la plaza. Quizá esta conexión haya que buscarla en los otros dos pozos adjuntos a la Mina, sin desmerecer una posible conexión con el pozo existente en la falda del cerro y cubierto por obra de albañilería. Por otra parte, es desconocida la conducción de agua al aljibe situado bajo el camino de Toledo (pasado el Pilar, junto a la junquera) y que apareció al realizar las obras del colector de aguas residuales.

 

  • La fuente “el Caño”.

 

El Caño es la fuente situada en el cruce de los caminos de Novés y de Portillo, a la salida de la población. Franqueada de piedra, se accede a ella bajando unos escalones. En ella, una tubería vierte agua a un pequeño tanque que lo desaloja al arroyo. Puede deducirse que su construcción es un reflejo a la fuente del Pilar. La cueva, que contaría con pozo madre o pozos respiradero, sería la galería drenante de agua subterránea. Esta tubería, también cerámica y vidriada en su tramo final, conecta con dos depósitos que, por vasos comunicantes aportan un caudal continuo. Un depósito está anexo al caño y el otro a cinco metros, en la parcela del Pozo del Ayuntamiento. La tubería cruza el camino de Portillo, pasar por debajo de Talleres Lorente y viaja por el talud de la calle Extramuros. Esta conducción podría conectar con la cueva que apareció en la parcela del taller de Rodolfo hace ya unas tres décadas.

 

Ay en esta villa por cierzo una fuente abundante de agua dulze de buena calidad, que se alla al principio de un prado pequeño, de la que se prové todo el lugar. (Descripciones del Cardenal Lorenzana, 1782).

 

Tiene en la parte baja, al N. de la iglesia y a unos 300 metros de ella, una fuente llamada del Caño, que rinde 37,50 litros por minuto, de un agua de 32º hidrotimétricos, que emerge a 14º de temperatura, sin alteraciones sensibles en su régimen, aun en las épocas estivales, y sin que se enturbien con los grandes temporales. (Boletín de la Comisión del Mapa Geológico de España, 1909).

 

  • La fuente de “Marjalea”.

 

La fuente de Marjalea se sitúa en un paraje con idéntico nombre. Al igual que la anterior, posee dos depósitos (uno descubierto) para regular el caudal y además cuenta con una alberca para riego.

 

Otros manantiales destacados, y que también reciben el nombre del paraje donde se encuentran, son la Fuentesanta, la de Gegunde, la de Bañuste, la de la Dehesilla o el nacedero del arroyo de la tía Periquina. Estas fuentes eran muy bien cuidadas por pastores y hortelanos, evitando que se cegaran, limpiando cauces e incluso construyendo apilamientos de piedra para favorecer su permeabilidad.

 

Muchos son los pozos de huerta que existen en el término, algunos de ellos cuentan con minas laterales para aumentar su captación de agua. La mayoría de estos pozos están huérfanos de su noria o cerrados por seguridad, con la consiguiente pérdida de encanto. Y el siguiente pozo, ¿cuál es?

 

… dentro en la villa al cabo de ella esta un pozo grande, y ancho y de mucho agua, que se llama hasta hoy el pozo de Media Villa, y se han descubierto cimientos a un tiro, y dos y tres de ballesta por la parte donde ahora no tiene casas ni población el dicho pozo, y esta en el camino real del dicho pozo. (Relaciones de Felipe II, 1576).

 

Mencionar los dos estanques de agua que existen, uno en el Bosque construido con roca y otro, aguas arriba en el arroyo de la Dehesilla, construido con ladrillo de fábrica. Ambos estanques contaban con acequias para el riego de la huerta del Bosque. En el siglo XVI se pescaba en ellos tencas y barbos.

 

También cabe mencionar las más recientes construcciones de captación de agua. En 1959 se instaló en la plaza del Ayuntamiento la popularmente conocida “la Cabezona”, fuente de granito cuya acometida arrancaba desde el pozo que se ejecutó junto al Caño (y que cuenta con minas laterales), viajando hasta un depósito en el punto más alto del pueblo en la calle Nueva del Caño. Dos décadas más tarde, se realizó un nuevo sondeo junto a este último depósito. Y hace pocos años, junto a la piscina municipal, se procedió a la construcción de un nuevo sondeo y depósito de agua.

 

Galería fotográfica.

 

La Mina (pozo madre). RFG, 2014.

 

Galería subterránea de la Mina. RFG, 2010.


Instituto Geográfico Nacional de España. EDIF451351_1878_HUECAS_POLIGONACION.

«© Instituto Geográfico Nacional de España»


Croquis de la tubería y cueva de la Mina y el Pilar.


El Pilar. www.diputoledo.es (año 2000 aprox.)

 

El Pilar. RFG, 2014.

 

El Caño. RFG, 2013.

 

Croquis de la tubería y cueva del Caño.

 

Paraje de Marjalea. RFG, 2014.

 

 

Pozo de sangre (Las Casas Nuevas). RFG, 2013.

 

Pozo de sangre (paraje de “La Estameñita”). RFG, 2013.

 

 

La Presa de El Bosque. RFG, 2013.



Anexo. Extracto del “Boletín de la Comisión del Mapa Geológico de España”, 1909.

 

Huecas

 

Aquí, como en buena parte de los pueblos que hemos visitado, las aguas de que se disponen son escasas y de usos limitados al consumo del vecindario y del ganado, y en pocos al riego de reducidas huertas, y esto en cantidad tan sumamente pequeña, que remunera difícilmente el trabajo que se invierte en obtenerlas.

 

Está situado Huecas a la altitud de 555 metros en una colina poco pronunciada, y cuenta con 150 vecinos próximamente. Tiene en la parte baja, al N. de la iglesia y a unos 300 metros de ella, una fuente llamada del Caño, que rinde 37,50 litros por minuto, de un agua de 32º hidrotimétricos, que emerge a 14º de temperatura, sin alteraciones sensibles en su régimen, aun en las épocas estivales, y sin que se enturbien con los grandes temporales.

 

Al NE. de la misma iglesia y a 65 metros está situada la fuente del Pilar, con un caño y un pilón de 7,30 metros de longitud, 1,70 de ancho y 0,40 de profundidad, en donde se almacena el sobrante del líquido para que sirva de abrevadero al ganado. El agua viene encañada desde las tapias de la iglesia, y tiene un pozo-registro al extremo de la cañería. No dando mayor rendimiento que el de 6,50 litros por minuto, con 52º hidrotimétricos, se explica como el vecindario acudía con preferencia a la otra fuente citada para surtirse de la bebida, dejando para el ganado y algunos otros usos domésticos las aguas suministra la del Pilar.

 

Los pozos que los vecinos tienen en sus casas, dan agua que emplean en los mismos usos que la de la fuente del Pilar, y únicamente en la casa de Doña Inés hemos visto utilizar la que se extrae de un pozo de 4,65 metros de profundidad con 1,10 metros de capa acuífera y 36º hidrotimétricos, para regar una huerta de menos de 600 estadales que hay contigua al patio de la casa. Otro pozo situado en el patio de la posada de Críspulo Catalá, y cuya diferencia de cota hasta el nivel freático depende del relieve del terreno en que está situado, nos dio 10,67 metros de profundidad, de los cuales ocupaba el agua una altura de 1,37: son de calidad algo gruesa, como correspondiente a 40º hidrotimétricos.

 

Tales son las diferentes clases de aguas reconocidas en el pueblo de Huecas, en el cual no han tratado nunca de aumentarlas, creyéndolas suficientes para las necesidades del vecindario.

 

Fuentes y Bibliografía.

 

-     INSTITUTO GEOLÓGICO Y MINERO DE ESPAÑA (IGME). (1909). “Boletín de la Comisión del Mapa Geológico de España”. Tomo XXIX, Segunda Serie. 1908. Madrid.

 

-     ARCHIVO DIOCESANO DE TOLEDO (ADT). (1782). Relaciones del Cardenal Lorenzana. Partido de Rodillas. Expediente nº 7. Huecas.

 

-     DIPUTACIÓN DE PROVINCIAL DE TOLEDO. www.diputoledo.es. Galería de imágenes del municipio de Huecas.

 

-     ESTEBAN CARO, MARIANO. ET AL. (1998). “Huecas. Arqueología, Historia y Arte”. Toledo. Diputación Provincial de Toledo y Ayuntamiento de Huecas.

 

-     FÉLIX GARCÍA, ROBERTO. (2012). “Descripciones históricas de Huecas”.

 

-     INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA (IGNE). EDIF451351_1878_HUECAS_POLIGONACION.

 

-     MORENO NIETO, LUIS (1960). “La provincia de Toledo: historia, monumentos, obras de arte, población, ...” Diputación Provincial de Toledo.

 

-     VIÑAS MEY, CARMELO; PAZ, RAMÓN. (1951) “Relaciones histórico-geográfico-estadísticas de los pueblos de España hechas por iniciativa de Felipe II: Reino de Toledo”. Madrid.

 

-   Testimonios orales.

 

Fotografías.

 

-   Colección “Imágenes para el Recuerdo”. Huecas.

-   Roberto Félix García.

 

 


[1] VIÑAS MEY, Carmelo; PAZ, Ramón. (1951) “Relaciones histórico-geográfico-estadísticas de los pueblos de España hechas por iniciativa de Felipe II: Reino de Toledo”. Madrid.

[2] Multitud de personas mayores repiten idénticos testimonios.

[3] MORENO NIETO, Luis (1960). “La provincia de Toledo: historia, monumentos, obras de arte, población, ...” Diputación Provincial de Toledo.

[4] CHAVARRÍA VARGAS, J.A. (2000). De geografía hispanoárabe toledana. Añil.

[5] ADT. (1782). Relaciones del Cardenal Lorenzana. Partido de Rodillas. Expediente nº 7. Huecas.

[6] IGME. Boletín de la Comisión del Mapa Geológico de España. Tomo 29 (1908), año 1909.

Nota:

 

- Por favor, si copias, no me importa pero cita el blog https://laplaniza.blogspot.com 

www.robertofelixgarcia.es

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